El equipo llegó plenamente funcional, por lo que como se suele decir solo ha hecho falta retoques de «chapa y pintura».
Deficiencias detectadas:
- Pequeñas zonas con óxido en tapa superior y lateral derecho.
- Etiqueta del número de serie en bastante mal estado.
- Placa del teclado arqueada y teclas amarillas.
- Pestañas de sujeción de la tapa de la disquetera rotas.
- Metacrilato de la carcasa del monitor a punto de soltarse.
Lo primero de todo es desmontar todos componentes hasta dejar solamente el chasis, de forma que sea fácil su manejo, ya que el equipo pesa entre 15 y 20 kg con todo montado.
Las zonas con óxido se lijan y se dejan al descubierto para la posterior aplicación de la pintura.
Dado el mal estado en el que se encuentra la etiqueta del número de serie optamos por digitalizarla. y reproducirla lo más fielmente posible a la original. Una vez digitalizada en photoshop, creamos la nueva etiqueta adaptada a las dimensiones y tipo de letra del original. Para la impresión de la etiquetas utilizamos un papel de aluminio especial para impresoras laser b/n. La etiqueta original es de un color verdoso, similar al de la tapa superior, pero el papel no admite la impresión en color.
El teclado presenta dos deficiencias. La primera es que se ha curvado la placa del mismo dado que solo apoya en los extremos, y con el paso del tiempo ha ido cediendo en la parte central, como se aprecia en las fotos. Para solucionarlo, ponemos unos tacos de goma en el centro haciendo una ligera presión en sentido contrario a la curvatura.
La segunda es que las teclas se han ido amarilleando con el paso de los años. Este es un mal común a la mayoría de los equipos retro, los plásticos reaccionan con los rayos ultravioletas y van cogiendo este típico color. En internet hay multitud de páginas donde lo explican de una manera más detallada. Para blanquear los plásticos, en el museo utilizamos el gel decolorante que se emplea en las peluquerías para decolorar el pelo, y los resultados que obtenemos son muy buenos.
Aplicamos generosamente el gel a las piezas de plástico a blanquear, las cubrimos con un film de cocina, del que se utiliza para tapar los alimentos, y las ponemos al sol, generalmente entre 1h y 2h, girándolas cada 20-30min, y si es necesario se vuelve a aplicar el gel. El tiempo de exposición al sol dependerá mucho del estado en el que se encuentre el plástico. Como norma general con una o dos sesiones es suficiente. En este caso han sido necesarias cinco exposiciones de aproximadamente 2h. El resultado lo podéis juzgar vosotros mismos.
La disquetera que lleva integrada nuestro Drac es de la marca Toshiba, modelo MKM02002A, y la tapa lleva rotas las pestañas de sujeción. La primera idea era reproducirla con una impresora 3D pero como nos hubiera llevado bastante tiempo hemos preferido repararla, y para ello hemos empleado unas piezas de plástico que hemos hecho.
El monitor que lleva el Drac-1 es de la marca NEC, modelo C9M60P31, metido dentro de una carcasa metálica, con el frontal de metacrilato color verde transparente. El metacrilato estaba a punto de despegarse por lo que le hemos aplicado cinta de doble cara, similar a la que se utiliza para pegar las pantalla de los móviles.
Keep this going please, great job!